La nieve

El frío, la lluvia, el viento,...vaya temporalcitos que estamos teniendo por aqui arriba. Hoy por ejemplo, nieva a ratos, cuando no nieva, llueve y todo el tiempo hace viento y frío. Claro, con este panorama, en cuanto he abierto un ojo y ya desde la cama he visto el percal, he decidido que La Poderosa se quedaba hoy en casa. Asi que nada, ni corta ni perezosa, he decidido cogerme el bus. Bueno, quien dice el bus, dice los buses, porque al final han sido tres!TRES!

El primero: Salir de casa, paraguas en mano y bien, enfrente de casa tengo una parada. Este bus me ha llevado a Central Station, hasta ahi todo controlado y bien.

El segundo: Como me sentía exploradora, he decidido coger el 77. Bonito número. Además anunciaba apetitosamente Bilthoven, que era mi destino, asi que, aunque nunca había cogido este bus, he decidido que ya estoy hecha un brazo de mar y puedo moverme por Bilthoven como pez en el agua. Error! A mitad de camino, mientras yo iba controlando por donde íbamos, de repente el autobusero ha decidido desviarse para mi gran alarma. Trago saliva. Espero. Coge una curva. Creo que esta zona me suena. Si, ya se donde estoy. Suspiro de alivio.
Cuando ya me encontraba situada, un nuevo requiebro del conductor me ha hecho contener el aliento. Bueno, igual se queda sólo en un susto. Asi que decido seguir a ver si veo algo conocido. El conductor sigue dando curvas y empiezo a sospechar que está dando vueltas sólo para despistarme. Esto es un complot. Para colmo no veo nada conocido.Sigue bajando gente en las diferentes paradas y ya sólo quedamos tres personas en el autobús. yo no me quiero bajar hasta que vea algo conocido desde la ventanilla, pero este autobús bien podría estar tranquilamente en Pernambuco, no me suena nada de lo que veo.Otra parada y baja otra persona. Bueno, pienso, todavía no es la última parada, igual tengo suerte y la última parada es la train station, y de ahí ya sé llegar al RIVM. Pero no! El bus se para, todo el mundo se baja y yo me quedo con cara de boba mirando alrededor. Solo me ha faltado chupar un dedo y comprobar en que dirección sopla el viento. Por hacer algo, más que nada.
La única solución: preguntarle al autobusero por donde puedo llegar al RIVM.
Se lo pregunto y su contestación es: ooooooooooooooooohhh! tenías que haber bajado hace tres paradas! No, cuatro!

Mierda!

Asi que el buen hombre, con toda su buena intención y bastante mal inglés, empieza a explicarme como hacerlo:
When you see another 77 you say: STOP! STOP! (Aspavientos con la mano y saltitos) (casi me río, si no hubiese estado perdida...)
You get in the bus and whe you see a....a....a....(el hombre estaba intentando decirme gasolinera, pero no le salía la palabra Petrol station)...a....KUWAIT!!!KUWAIT!!! (Me quedo ojiplática hasta que me doy cuenta que se refiere a una gasolinera!Ya estaba pensando, hasta donde koño he venido yo en bus?)there you go out!

Le digo ok, thank you (Bedankt)! Y espero a otro 77.

El tercero: Aparece el 77, me monto y le digo al busero: I want to go to the RIVM.
Oh, yep, yep, the RIVM! y de repente me dice: ashdjklahdqiowunjabsdjkla;l;askdjashd
sdhajhsfuheuif jop jop jakshdjkahsdfjahs! buagh buagh pof pof pof.
Con lo que yo pienso, ok, buscaré Kuwait por mi cuenta. Y me siento. Voy contando las paradas, hasta que de repente...allí está Kuwait! Si! Y veo la chimenea del RIVM! Soy feliz! He llegado!

Bajo del bus. Empieza a nevar fuerte. El viento sopla de mala manera. Piso una baldosa sorpresa. Me mojo toda (menos mal que no llevaba falda). Me cago en todo lo que se menea. Ya estoy en el RIVM.